Aprendizaje Basado en
Problemas
(ABP)
METODOLOGÍA EDUCATIVA INNOVADORA
1. INTRODUCCIÓN.
1. INTRODUCCIÓN.
Este
trabajo se centrará principalmente en describir una innovadora tarea docente llamada “Aprendizaje Basado en Problemas” o “ABP”. Del mismo modo, una vez que se hable de la metodología y de
algunos de sus rasgos, se realizará un cuadro comparativo con las ventajas e inconvenientes de la misma.
Después
de esta comparación, nos posicionaremos como alumnos universitarios que somos y argumentaremos si nos gustaría
que la emplearan en el aula o no
nuestros profesores.
Además,
seguidamente, se dará un paso de cara al futuro,
ya que nos posicionaremos como docentes, con el fin de argumentar si como maestros emplearíamos el ABP como metodología única o no en el aula.
Finalmente,
antes de recopilar algunas conclusiones, se expondrán una serie de elementos o
situaciones que evitan la utilización
de estos innovadores métodos, y por
tanto, que provocan resistencia a la
innovación educativa.
2.APRENDIZAJE BASADO EN PROBLEMAS (ABP).
Para comenzar a hablar sobre la propuesta docente elegida, primero deberemos
tener claro el significado de esta. El Aprendizaje
Basado en Problemas (ABP) es una metodología
educativa en la que el docente
plantea un problema/as y en la que
los alumnos tendrán que indagar,
examinar y hacer uso de la información que van a recopilar, con el
principal fin de integrar el conocimiento,
para posteriormente encontrar una o
varias soluciones (Morral, et al., 2002).
Además, una vez hecha esta definición, podemos mencionar que, según
Morales y Landa (2004), el ABP se caracteriza, entre otras cosas, por realizarse
en grupos de 5 a 8 alumnos
aproximadamente. Según Escribano y del
Valle (2008), dentro de los grupos se suelen atribuir a los alumnos diferentes roles (rotativos periódicamente), que son los siguientes:
-Coordinador: encargado
especialmente de regular las discusiones, pero sin interferir.
-Secretario: encargado
particularmente de distribuir la información anotada y de proporcionar
seguridad al grupo.
Del mismo modo, otros autores también incluyen el rol de vocal o participante activo del grupo. No obstante, pese a lo
imprescindible que resulta este trabajo
grupal y esta asignación de roles-papeles, será también necesario el trabajo individual. Este trabajo
individual no supondrá trabajar de forma aislada, ya que el ABP no trata de
integrar la parte que realice cada uno de los miembros en el trabajo final
(Morales y Landa, 2004).
Pero, la cuestión que surge es: ¿cuál es realmente el papel del
profesor? En el ABP, el docente ejerce
el papel de “guía” o ayudante en el aprendizaje, teniendo en
cuenta cuándo debe intervenir y cuando no tiene que hacerlo. Además, el
profesor es el encargado de plantear el problema y de orientar a los alumnos, pero nunca quitándoles su papel protagonista, pues son
responsables de su propio aprendizaje (González, García, Blanco y Otero, 2010).
Ahora bien, el profesor es
también responsable de explicar los
pasos que los alumnos tienen que seguir, ya que el ABP debe seguir una secuencia. Según Prieto (2006), aunque
pueden variar dependiendo del autor, los pasos
a realizar son los siguientes:
Tras haber indicado los pasos a seguir, pasaremos a hablar del tipo de
problemas que trabaja el ABP en dicha secuencia. Los problemas están vinculados al contexto de una asignatura y a la realidad profesional ante la que los alumnos podrán enfrentarse en
un futuro. De este modo, los
estudiantes pueden refrescar y aprender nuevos conocimientos de esta y de otras
asignaturas, y al mismo tiempo, pueden posicionarse en situaciones pasadas, presentes y futuras
(Morral, et al., 2002).
Ahora bien, los problemas no
deben ser cerrados y tampoco deben
estar estructurados a la perfección, ya que además de buscar que haya debate y discusión, los problemas giran
en torno a la búsqueda de un amplio abanico de soluciones. Para ello, los problemas deben preocuparse por la propia sociedad, y a la vez deben ser “reales”, motivadores, relevantes y
lo suficientemente complejos para que requieran el trabajo en grupo (Gorbaneff, 2006).
Así pues, tras formar los grupos y cumplir cada uno de los pasos analizando
este tipo de problemas, se llegaría casi al final del proceso. Una vez se llega
a este último paso, se elabora un informe
final. Este informe será una forma de presentar los resultados, las
incidencias, la distribución de los roles, etc. Posteriormente a la realización
del informe, se lleva a cabo un sistema de autoevaluación
y por último, se realiz una coevaluación
planificada por el docente y por el discente. De este modo, participan
evaluando, el propio alumno, el docente y el resto de compañeros (Lagos, Jiménez, Jareño y Álamo, 2017).
2.1. VENTAJAS E
INCONVENIENTES.
Tras haber hablado
sobre el significado del ABP y una vez que sabemos en lo qué consiste, mencionaremos algunas de sus ventajas y
desventajas, ya que al igual que cualquier metodología, esta también las tiene.
Ventajas
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Desventajas
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ü Se
aprende a trabajar cooperativamente y colaborativamente.
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û Exige
mayor responsabilidad.
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ü Aumenta
el compromiso individual y grupal en la tarea.
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û Puede
generar estrés en los alumnos.
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ü Aumenta
la motivación y el interés.
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û Aumenta,
en ocasiones, el coste económico.
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ü Proporciona
un aprendizaje directo y activo.
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û Puede
ocasionar “charlas de café”.
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ü Es
interdisciplinaria.
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ü Refresca
conocimientos y también proporciona
otros nuevos.
|
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ü El
alumno es activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
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Fuente: elaboración propia.
|
Por un lado, algunas de
las principales ventajas de
la realización de esta metodología son las siguientes:
-Aprender
a trabajar cooperativamente y colaborativamenteà
Se siente la necesidad de contribuir, ya que el último paso de la tarea consiste
en obtener información para poder llegar a una o varias soluciones. El trabajo
es realizado grupalmente y en conjunto.
-Aumenta
el compromiso individual y grupal en la tareaà Esto es debido a que se aumenta el sentido propio de
responsabilidad al formar parte de un grupo, y por ello, se desarrollan las
capacidades organizativas rápidamente. Las malas acciones de uno pueden ocasionar
consecuencias en el resto, por lo que el ABP mejora la capacidad de trabajo colaborativo
(Branda, 2001).
-Aumenta la motivación y el interésà El alumnado no quiere generalmente faltar a ninguna
parte del proceso, ya que los problemas resultan ser relevantes y curiosos para
sus propias vidas. El ABP también aumenta la motivación del docente, ya que el
alumnado está muy interesado en la tarea (Branda, 2001).
-Proporciona un aprendizaje directo y activoàEsto surgirá al tener que aprender en contextos
similares a los que tendrán que enfrentarse los alumnos en un futuro. El
alumnado adquiere aptitudes que perdurarán a lo largo de sus vidas (Iglesia,
2002).
-Es interdisciplinariaà A diferencia de otras metodologías, el ABP centra
el caso en una asignatura, pero relaciona y conecta también el problema con
otras disciplinas. Hay conexión entre diferentes materias (Branda, 2001).
-Refresca conocimientos y también proporciona otros nuevosà Utiliza casos y aspectos que engloban tanto hechos
conocidos como desconocidos (Morral,
et al., 2002).
-El alumno es activo en el proceso de
enseñanza-aprendizajeà El alumnado es
el protagonista y el responsable de su propio aprendizaje. El docente se limita
a guiar y a exponer una explicación (González, García, Blanco y Otero, 2010).
Por otro lado, algunas
de las principales desventajas
serían:
-Exigencia
de una mayor responsabilidadà Cada alumno
debe cumplir su función y alcanzar un mínimo de competencias básicas. El
alumnado debe preocuparse tanto a nivel individual como a nivel grupal. Además,
algunos componentes pueden ser más partícipes que otros (Morral, et al., 2002).
-Posibilidad
de que se genere mayor estrés en los alumnosà El ABP supone
que los alumnos y los docentes inviertan más tiempo que en otro tipo de tareas,
y esto puede suponer una serie de consecuencias como esta (Morral, et al., 2002).
-Aumento
del coste económicoà El trabajo en pequeños grupos requiere
el uso de mayor material.
-Posibilidad
de ocasionar “charlas de café” à
Los componentes del grupo al comenzar a hablar sobre diferentes cosas sin una
dirección clara, pueden dar lugar a un análisis erróneo del problema. Con esta
falta de dirección, los alumnos se apon en ideas repentinas, y no en la
verdadera información adquirida (Branda,
2001).
2.2. EL USO DEL ABP
EN LA UNIVERSIDAD DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL ALUMNO UNIVERSITARIO.
A
pesar de que el ABP parece tener más ventajas que desventajas, como se
ha apuntado, nosotros como alumnos
universitarios que somos, no la
usaríamos como única metodología.
El
hecho de usarla de manera puntual, no se debe a que sea poco significativa, sino
a que la utilización de esta implica la “obligatoriedad”
de asistir a clase y la dificultad
para abordar algunos contenidos, entre otros motivos. Esta asistencia obligatoria impediría que algunos grupos siguiesen o siguiésemos por
completo el ritmo del ABP, ya que
algunos alumnos por unos u otros motivos no pueden asistir con normalidad a las
clases.
Ahora
bien, pese a no utilizarse como única opción, el uso del innovador y dinámico ABP resulta ser bastante útil para nuestro presente y también para nuestro propio futuro (Morral, et al., 2002). Esto se debe a que la metodología
utiliza problemas o casos que posiblemente se nos
planteen en “el día de mañana” como
docentes.
Además,
el hecho de tener que hacer uso del ABP,
al igual que ocurrió el año pasado en la
asignatura “La Educación Física como
Materia Escolar”, nos resulta interesante
y motivador, ya que con esta tarea pudimos constituir nuestra propia fuente de aprendizaje y logramos posicionarnos en posibles realidades
futuras. A la vez, esta nos ayudó a concienciarnos de la multiplicidad de
problemas que generalmente nos rodean y que no logramos detectar a primera
vista. Por dichos motivos y por otras múltiples utilidades, utilizaríamos también esta metodología en otros ámbitos o etapas educativas,
ya que se observa que en algunas materias como esta, esta tarea es realmente útil.
Así
pues, sabiendo que el ABP es coherente a
otras asignaturas, podemos mencionar que sería imprescindible usarlo ocasionalmente en estas, porque al ser protagonistas de nuestro proceso de
aprendizaje, lograríamos conseguir
cierto grado de independencia (Betancourt, 2006).
No
obstante, como en cualquier otra metodología, preferiríamos utilizar el ABP en aquellos contenidos o
asignaturas “más prácticas”, pues si
no fuese así, se originaría un descenso
de motivación, por el hecho de que las soluciones
no podrían ser muy abiertas, ni tampoco creativas. Es
decir, hay veces que no querríamos que se nos impusiese la utilización de este
método, por el mero hecho de que algunos casos no dan cabida a más de una
respuesta o planteamiento.
2.3. EL USO DEL ABP
DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL MAESTRO.
Tras
habernos posicionado en nuestra propia realidad como alumnos universitarios,
daremos paso a situarnos en una realidad
futura. Desde esta posición, nos convertiremos en futuros docentes, y al igual que en el caso anterior, utilizaremos
esta metodología de manera puntual.
Si
bien, este uso puntual se debería a
que la utilización del ABP en todo el
currículo, ocasiona una tarea muy costosa para los docentes, ya que
supone una reorganización tanto de sus
horarios, como el reajuste de
otros procesos en la Administración (Betancourt, 2006). No obstante, el uso ocasional de esta tarea docente, sí
que resulta ser significativo,
puesto que el ABP es útil y aplicable
para un amplio abanico de áreas en la
enseñanza.
Además,
consideramos necesario el uso del ABP pese a no utilizarse en todo el
currículo, ya que es reconfortante
e imprescindible innovar educativamente
y por ello, con el cambio de roles
entre docentes-discentes, esto podría
conseguirse.
También
sería una placentera tarea como
profesores, ya que con el uso de esta metodología, la clase deja de ser un espacio
físico y se convierte en un espacio social, que ocasiona que tanto estudiantes como docentes se desarrollen académica y personalmente (Betancourt, 2006).
Asimismo,
esta tarea docente nos ayudaría tanto a desarrollar el pensamiento crítico del alumnado, como a resolver algunas de sus
inquietudes cotidianas, pues los problemas
a trabajar son lo más reales posibles.
De este modo, al trabajar aspectos
cotidianos, podríamos plantear casos
vinculados a problemas que haya en clase
o que podrían haber, como forma de ayuda para poder solucionarlos.
Así
pues, el ABP nos permitiría también promover la creatividad y favorecer la coordinación
y la unión en los grupos, ya que se
pueden ayudar los unos a los otros.
Finalmente,
posicionándonos como futuros docentes en
nuestra especialidad, que es “Educación Primaria”, podemos mencionar
que el ABP, al tratarse de una
metodología tan activa, dinámica e innovadora, nos ayudará a desarrollar más fácilmente las competencias básicas del currículo.
3.RESISTENCIAS AL CAMBIO O LA INNOVACIÓN EN EDUCACIÓN.
Una
vez abordada esta metodología que
conlleva a innovar en Educación,
surgiría la siguiente cuestión: ¿qué es realmente la innovación educativa? Según
Barraza (2005), la innovación
educativa es una forma de cambio
en la práctica docente y en la propia mentalidad de los profesores,
que supone una mejora del proceso de enseñanza-aprendizaje y
otorga un nuevo papel al que educa y
al que es educado, a través del uso
de nuevas tecnologías y materiales.
Entonces,
si esta forma de innovar supone una serie de mejoras, ¿está el ámbito educativo
inmerso en una atmósfera totalmente innovadora? La respuesta parece ser un
“no”, ya que personalmente y también desde el punto de vista de algunos
autores, nos enfrentamos a una serie de resistencias
que dificultan, en general, dicha
innovación. Algunas de estas serían:
-El tradicionalismo en las facultades de Educaciónà Estamos en una realidad educativa en la que se
forma a los futuros docentes en ausencia de tecnologías y formas de innovación
en las aulas. De este modo, estos alumnos cuando alcancen su puesto docente,
enseñarán tal y como han aprendido (Fernández Enguita y Vázquez Cupeiro, 2016).
-La falta de información que tienen las
escuelas sobre su propia gestiónà Resistencia
originada por el hecho de que la mayoría de instituciones educativas no saben
realmente el vínculo que guardan los exámenes, el currículo u otros aspectos
con la propia vida del alumnado. Por ejemplo, los exámenes finales podrían
originar desde un verdadero éxito hasta una trágica frustración en los alumnos
(Rogers y Freiberg, 1996). Por ello, a veces sería conveniente que los
profesores se informasen para aplicar otras técnicas educativas, con el fin de
evitar estas consecuencias negativas.
-La desigualdad de recursosà Resistencia que surge por el hecho de que los
maestros mandan determinadas tareas que requieren el uso de nuevos recursos
“innovadores”. Estas tareas dependen de los recursos de los que disponga cada
alumno en su propio hogar, por lo que acaban generando “desigualdad”. Es decir,
el docente renuncia a los métodos que requieran el uso de recursos innovadores,
para no dar lugar a dichas desigualdades (Fernández Enguita y Vázquez Cupeiro,
2016).
-La producción de alumnado obediente en las
escuelas, como deseo inconsciente de la sociedad (docentes, familiares...)à Hay cierta aspiración por conseguir ciudadanos
“excelentes” que se limiten a cumplir normas y a obedecer en la sociedad. De
este modo, se limita el pensamiento crítico y se ven reducidos los niveles de
creatividad, ya que se trata de evitar cualquier pensamiento atípico (Rogers y
Freiberg, 1996). Esta aspiración por conseguir “alumnos perfectos” se vincula a
los docentes y también a los familiares y al resto de la comunidad educativa.
Por ejemplo, hay padres que solo se preocupan por ver “Sobresalientes” en las
calificaciones de sus hijos, aunque no lo hagan de manera consciente.
- La inseguridad de los docentesà El hecho de que la innovación, en general, suponga
un cambio de roles entre los maestros y los alumnos, resulta ocasionar en los
docentes, cierto miedo por perder su estatus en las aulas. Con estos cambios,
los alumnos toman el papel de “protagonistas” y los docentes adquieren el papel
de “guías”. Si bien, lo maestros no saben realmente que su papel sigue siendo
imprescindible, y por ello no se arriesgan a perder este valor (Fernández
Enguita, 2013).
- La desubicación del alumnadoà Hay cierta inseguridad en los alumnos, ya que no
están acostumbrados al uso educativo de tecnologías u otras metodologías menos
tradicionales. Los alumnos no saben cómo actuar racionalmente ante estos nuevos
retos, ya que no son capaces de verlos como una forma de aprendizaje y
simplemente los ven como una forma de diversión (Iglesias y Ávila, 2012). Por
ejemplo, para algunos alumnos, los ordenadores son concebidos únicamente como una
forma de juego.
4.CONCLUSIÓN.
A
modo de reflexión final, indicaremos que el innovador método pedagógico, llamado ABP, nos hace observar que el
intercambio de roles entre el docente y el discente, con el fin de atribuir un papel activo al estudiante,
puede ser verdaderamente útil.
Si
bien, a través de todo lo expuesto sobre el Aprendizaje Basado en Problemas, también
se aprecia la necesidad de usar métodos
que impliquen innovación educativa. Sin embargo, se puede comprobar que hay
múltiples resistencias en la actualidad
que impiden que innovar sea
posible.
No
obstante, es cierto que tanto esta, como
otro tipo de metodologías, no son buenas “ni por exceso ni por defecto”,
y por ello, como hemos argumentado, la utilización
del ABP debe ser ocasional. Recapitulando,
los docentes que pretenden innovar, no se basan únicamente en una
metodología, sino que hacen un compendio de varias de estas (Vergara y
Cuentas, 2015).
5.REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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innovación educativa. Innovación
educativa, 5(28), 19-31.
-Betancourt, C. (2006). Aprendizaje Basado en Problemas una experiencia
novedosa en la enseñanza de la Ingeniería. Revista
Educación en Ingeniería, (2), 45-51.
-Branda, L. (2001). Aprendizaje basado en problemas, centrado en el
estudiante, orientado a la comunidad. Aportes
para un cambio curricular en Argentina, 79-201.
-Escribano, A., del Valle, A. (2008). El Aprendizaje Basado en Problemas: Una propuesta metodológica en
Educación Superior. Madrid: Narcea Ediciones.
-Fernández Enguita, M. (2013). Aquí no hay química. La relación del
profesorado con la tecnología. Panorama
social, (18), 145-157.
-Fernández Enguita, M., y Vázquez Cupeiro, S. (2016). La larga y compleja marcha del clip al clic.
Escuela y profesorado ante el nuevo entorno digital. Barcelona: Ariel.
-González, E., García, I., Blanco, A. y Otero, A. (2010). Aprendizaje
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-Gorbaneff, Y. (2006). Aprendizaje basado en problemas. Innovar, 16(28), 244-246.
-Iglesia, J. (2002). El aprendizaje basado en problemas en la formación
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del mismo. En J. Alvarado (Presidencia), VII
Coloquio Internacional sobre Políticas Sectoriales: Reconfiguración de las
políticas sociales en una sociedad desigual. Congreso llevado a cabo en
Monterrey, N. L., México.
-Lagos, M. G., Jiménez, J. J., Jareño, F. y Álamo, R. (2017). Aprendizaje Basado en Problemas. Castilla-La
Mancha: Universidad de Castilla-La Mancha.
-Morales, P. y Landa, V. (2004). Aprendizaje Basado en Problemas.
Problem-Based Learning. Theoría: Ciencia,
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-Morral, A., Bou, T., Cabot, A., Capitán, A., Díaz, J., Fatjó, J.,
Macaya, J. L., Montmany, A. y Romero, D. (2002). Aprendizaje Basado en
Problemas. Revista de fisioterapia, 1(1),
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-Prieto, L. (2006). Aprendizaje activo en el aula universitaria: el caso
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Comillas. Revista de Ciencias Humanas y Sociales, 64(124), 173-196.
-Rogers, C., Freiberg, H. J. (1996).
Libertad y creatividad en la educación. Buenos Aires: Paidós.
-Vergara, G. y Cuentas, H. (2015). Actual vigencia de los modelos
pedagógicos en el contexto educativo. Opción,
(6), 914-934.
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